martes, diciembre 26, 2006

LA ESPERANZA...


Esperanza era mi vecina del quinto, y cuando ella pasaba, yo la miraba, y luego a solas, me masturbaba, pensando en sus pechos turgentes; más tarde, deje la infancia para integrarme en la adolescencia, y ahí estabas tu... Esperanza, te conocian por Espe...bella, graciosa, y buenisisma...
nos comiamos con la mirada, me servias para mis inspiraciones y mis masturbaciones....
Nos provamos y fuistes más esperanza todavia...esperanza de mi inocencia... pero luego más tarde te fuistes con otro, más experto, y mi esperanza se esfumó.
Cuando concurrí de golpe en la juventud, con mis miedos...aparecieron otras esperanzas...esperanzas rubias, castañas, y morenas...ah!!! tambièn hubo una con pelo color caoba...
Estas esperanzas fueron efimeras... fueron pasajeras...pero al fin o al cabo fueron esperanzas....
nunca claro como tu; porque ahora a mis treinta y tantos sigo provando y encontrando esperanzas...
pero hay una esperanza que nunca me abandonó...
espero que esta esperanza morena, y talentosa, tenga también esperanza...y nos podamos encontrar en los caminos del destino, de la casualidad...
porque la esperanza es lo último que se pierde...
porque de esperanzas está la vida llena, pero de esperanzas vacias, o perdidas? o no?...
dejo en ti la ultima cuestión: Esperanza llamamé o buscame.!!.

TE ESTOY ESPERANDO TUMBADO EN MI ALCOBA.

1 Comments:

Blogger neusmamita said...

SaLUd! Aquí te dejo una palabrería de esas que luego no llegas ni a comprender... una de mis copiosas esperanzas tal vez. Esperanza... espera, esperan, esperaz, esperarán, esperaraz, esperanza, esperanzas...

YO SOY TU PUTA, MI ROMEO

Yo soy tu puta, mi Romeo,
yo soy tu puta, ya lo sé.
Ven que te quito las ansias,
ven que te sacio las ganas,
que te quito el hambre,
que te doy poder.
Lo consiento como vos,
lo consientes como yo,
pero bien sabemos que no es más que una aprobación viciosa,
sin conserva ni alivio.
Estímulo del recuerdo,
fábrica de revuelos, la revolución…
Yo soy tu puta, mi Romeo,
y todo lo que ahora aprobamos
es todo lo que antes no era:
apogeo del apetito de repente exquisito,
remate de sabor súbitamente energético.
Hasta cuándo estos festines yo me digo,
hasta dónde causa la vanidad en nuestros encuentros,
en nuestros olvidos de improvisto.
Nos vestimos de amantes con la colcha del furor…
y cuando ya estamos nos desnudamos
hasta el próximo antojo,
descubiertos hasta entonces por el síncope de la debilidad.
Yo soy tu puta mi Romeo,
yo soy tu puta y todavía sigo encantada de serlo.


Toma esta esperanza para que persista... o se consuma, o permanezca para siempre sobre el papel.

1:13 a. m.  

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