¿Porqué trabajar, para qué,...?
Miedo de perder: perder el trabajo, perder el dinero, perder la comida, perder la casa...
El tiempo que no se traduce en dinero, tiempo libre, tiempo de vida vivida por el placer de vivir y no por el deber de producir, genera Miedo.
EDUARDO GALEANO.
El origen etimológico de la palabra “Trabajar” viene del latín Tripaliare, que significa torturar, derivado del sustantivo Tripalium-Trabajo en castellano (especie de cepo o instrumento de tortura), y aún hoy en día trabajo todavía conserva el sentido de “sufrimiento, dolor, pena”, del sentido de sufrir se pasó al significado de “esforzarse y laborar”, que no dejan de ser un sufrimento, y hoy en nuestra sociedad microindustrial más que nunca el trabajo no deja de ser una tortura, una domesticación, ya sea física o mental.
“Sueldo”: del latín (solidus) – (cierta moneda de oro); Antiguamente la paga que se daba a los soldados Mercenarios fue por algún tiempo igual a un sueldo, y así el vocablo se hizo sinónimo de paga del mercenario.
LA DIVISIÓN DEL TRABAJO.
En los inicios de la gran pangea, el homo que habitaba el planeta, no producía, sino simplemente era recolector-cazador.
-VIVIA: pues apreciaba sobretodo el tiempo libre, el ocio, y las relaciones sociales...
A raíz de la implantación de la agricultura, finales del paleolítico superior, el homo empieza a tener grupos jerárquicos, produce un excedente, y se cree poder controlar la naturaleza; surge la “cultura” y el ritualismo como respuesta a la evolución de un lenguaje simbólico.
La división del trabajo, o sea la especialización, y la división sexual en las tareas, solo surgen con la domesticación que imponen los pueblos que se dejan llevar por el sistema agrícola, al contrario de los grupos o bandas de recolectores-cazadores.
No hay prueba alguna de la división sexual del trabajo en la época del homo relector-cazador, y si hay estudios que verifican que poseían la misma inteligencia del homo de hoy en día. Además la caza no apareció antes de 100.000 años, en el paleolítico superior, lo cual hace pensar que la recolección era la actividad principal a la hora de conseguir alimentos... Parece muy plausible que la inteligencia y la conciencia de la riqueza que proporciona la existencia del recolector-cazador, sea la razón de la marcada ausencia de “Progreso”.
La especie deliberadamente ha rehusado la división del trabajo, la domesticación que supone este hecho, y la cultura simbólica hasta una fecha reciente.
Por tanto el neolítico, donde surge la vida agrícola y ganadera, el excedente de producción, los listos que la administran, hacen del homo un ser domesticado, y en tiempo real este periodo ha supuesto un 1% del periodo que abarca la historia de la humanidad.
NO PODEMOS OLVIDAR, que al día de hoy existen colectivos humanos, bandas tribales, que ejercen la recolección y la caza como forma de vida, en el continente africano y americano.(Mbouti, kuzda...), Mientras les dejen.
REFLEXIÓN:
Por culpa del maldito “Curro”, cuántas muertes por “accidentes”???, mejor dicho asesinatos laborales,- (4 muertos por día, en el panorama del Estado español)- por trabajar en las condiciones más precarias posibles y más baratas para los empresarios y cuántas personas heridas o muertas por defender su puesto de tortura. El aumento sin fin e irremediable del paro estructural es una señal de la necesidad de una transformación total y global. El que un número cada vez mayor de trabajadores, que solo tienen su fuerza de trabajo para sobrevivir, se vean arrojadas al desempleo, es decir liberadas de la tortura pero arrojadas a la miseria, debe hacernos, por lo menos, pensar. Si nadie trabaja por gusto, ya que todo el mundo trabaja forzadamente y por obligación, el paro debería ser deseable para todo el mundo, pero esto no es así debido a la sociedad–mercantil de clases donde tienes que elegir entre trabajo,”la tortura diaria”, o bién sobrevivir, mendigar o lo más comprometido y arriesgado que es el “Expropiar”.
Hoy en día, ver a todas las organizaciones desde la extrema izquierda hasta las de extrema derecha en todo su abanico de posibilidades buscando soluciones al “problema del paro” sin entrar en para qué se está trabajando y qué es el trabajo.
